Juan Carlos Cassiodoro pasó por ‘El Baile de la Gambeta’
En una nueva emisión del programa radial que cubre la zona ‘Argentinas’ de la Liga de Fútbol Infantil Municipal, contamos con la presencia del director técnico Juan Carlos Cassiodoro. ¡Mirá!
En las instalaciones de la Radio Weekend (FM 102.1) y en el marco de una nueva emisión de nuestro programa, ‘El Baile de la Gambeta’, nos dimos el lujo de contar con la presencia del director técnico Juan Carlos Cassiodoro, quien desde hace años dirige a niños y adolescentes, y cuenta con experiencia profesional y un importante paso por Europa.
Tras haber realizado el curso de Director Técnico de Fútbol entre los años 1995 y 1997, Cassiodoro formó parte del cuerpo técnico de Agustín Belmonte en el Club Atlético Tigre durante el 2000, cuando la institución de Victoria se encontraba en la B Nacional. Antes de eso, trabajó en las categorías infantiles de Excursionistas y Acassuso, y también con los principales planteles de Fénix y el viejo Ferrocarril Urquiza (hoy, UAI Urquiza).
«Mi primera experiencia a nivel profesional fue en Tigre, donde me llamaron para dar una mano. Después viajé a Italia«, contó el invitado, ante el micrófono de Radio Weekend y en diálogo con el conductor del programa, Favio Giménez. Y luego, tras revelar que durante su estadía en Europa se encargó de dirigir a chicos de ocho años, se explayó sobre de sus vivencias con el fútbol infantil en suelo tano.
«Cuando cualquier argentino llega allá, inmediatamente lo relacionan con Maradona. ¡Y yo con la pelota soy un desastre! Se pensaban que era Bilardo o Menotti», detalló, entre risas, el DT. Y siguió: «Me dieron una categoría a prueba, y anduve bien. Usé todo lo que aprendí en Argentina, pero las cosas cambian porque las culturas son diferentes. Cuando nacen, a nuestros chicos acá les dan una pelota o la camiseta de un club. En Italia les dan la escuela y una computadora«, reveló.
Tras ello, Cassiodoro contó que luego de las jornadas escolares los niños deben realizar algún deporte a elección. Y que al igual que ocurre en muchos puntos del planeta, el fútbol es el más elegido. «Los llevan a los clubes en micros, y cuando llegan al campo quieren correr y revolear la pelota. Vienen de estudiar, llevando muchas cosas pesadas a las escuelas», señaló.
Asimismo, el DT indicó que las instituciones deportivas se encargan de que no falte ningún elemento para llevar adelante los entrenamientos. «Es otra de las diferencias con Argentina. Te preguntan qué necesitás, les decís ’22 pelotas’ y te las dan. Y a los chicos les entregan un bolso grande con toda la indumentaria para las cuatro estaciones del año. Tienen todo lo que necesitan. Te emociona porque uno está acostumbrado a los potreros o a nuestros chicos… Y pasar a tener todo ese adelanto… Uno tiene que poner su sabiduría y ver cómo maneja todo eso», sentenció.
Cabe destacar que, según la concepción de fútbol infantil que tiene el invitado, su principal premisa es que «todos tienen que jugar para divertirse» ya que se trata de «un juego». «Antes del comienzo de la temporada hay una reunión en donde se aclara todo el programa de trabajo, como las prácticas, los pedidos, la forma de manejarse y los teléfonos para comunicarse. Me llamaron desde el club Fiorano y me dieron una categoría con 19 jugadores para papi-fútbol, que se juega de cinco o siete. ‘¿Cómo hacemos para rotar a todos?’, nos preguntamos. Y los hicimos rotar, sin problemas, aunque a veces es muy difícil», aseguró.
De todos modos, la cuestión resultadista se hace sentir indirectamente -tal como ocurre en gran parte del mundo- por parte de las autoridades de las instituciones, quienes claman con cierto decoro por salir victoriosos. «Hay que organizarse de una manera para que todos jueguen, se diviertan y también ganen, porque el coordinador general o el director pide eso. Le importa el resultado. Empiezan a meter presión para ganar. Una vez me llamó después del partido para ver cómo habíamos salido. Ahí me di cuenta que la historia es otra y que hay que ganar», relató Cassiodor.
Finalmente, les dejó un mensaje a quienes se encargan de formar a los más pequeños en los clubes de Malvinas Argentinas: «Los chicos se tienen que divertir. Muchos padres y técnicos dicen ‘que se diviertan’, pero a la hora del partido les piden que ganen y los presionan. Esa presión los lleva a no divertirse, sino a ganar. Vi que algunos los entrenan de una manera que ven en la televisión, ¡y son chicos! No son profesionales. Hay que llevarlos de una manera educadamente bien para formarlos para el futuro para que, si no llegan a ser jugadores profesionales, por lo menos cuando vayan al potrero sepan patear la pelota».