Neoliderazgo. EL juego del liderazgo infinito.
En la Guerra de Vietnam, los Estados Unidos ganaron cada una de las batallas, pero perdieron la Guerra. ¿Se preguntaron porqué?
Las respuestas a esta pregunta, pueden construirlas mirando el extraordinario documental “La Guerra de Vietnam” de Ken Burns en Netflix y/o bien, recorriendo la visión de Simon Sinek en su nuevo libro, El juego infinito.
Vietnam del Norte jugaba un juego «infinito». Su objetivo era durar más que el enemigo, no vencerlo. Los juegos «finitos» aplicados al ejemplo mencionado, si tienen vencedores y perdedores. Las reglas son conocidas por las dos partes y el objetivo está claro: ganar dentro del tiempo estipulado. Es simple: alguien gana, alguien pierde.
Los juegos «infinitos», en cambio, no tienen ganadores, ni perdedores. Las reglas fijas no existen, son cambiables y cambiantes… están abiertas a interpretación, como sucede actualmente. Los jugadores cambian y salen del juego cuando ya no tienen más voluntad y/o recursos para seguir, y el juego vuelve a cambiar una y otra vez, como en la actualidad.
El objetivo del juego: sobrevivir a la competencia.
Son muchas las grandes empresas que fueron líderes mientras todas jugaban un juego finito, y cuando fueron desafiadas por jugadores infinitos, como fue el caso con el Vietcong o los muyahidines en Afganistán, los hasta allí potenciales triunfadores, tuvieron que abandonar, retirarse, evaporarse del espacio de contienda. Esto reafirma, que no existen fórmulas de éxito universalmente aplicables, que los resultados son en parte, consecuencia del contexto, no solo general sino particular que atravesamos como individuos y organizaciones en cada etapa del juego.
Entonces, ¿cuáles son las reglas que se aplican? ¿Qué rol jugamos en nuestra reinvención para perpetuar el juego que nos tiene como protagonistas?… o solo nos asumimos como espectadores.
En el mundo de los lideres más exitosos (neoliderazgo en el neotiempo) se esta aprendiendo a jugar el juego infinito. El juego del neoliderazgo y los negocios «es un juego infinito», dónde las reglas cambian, los competidores vienen y van y no tiene fin, perpetúandose. No se gana o se pierde; se está adelantado o atrasado. Los recursos como el dinero, la tecnología y la propiedad, como también el capital humano pueden ser fácilmente dimensionados y entendidos. Pero, ¿qué de la voluntad? ¿Qué del compromiso de las personas con quienes saldremos o no de la coyuntura?… con ellos y por ellos.
Simon Sinek menciona 5 elementos necesarios en el juego infinito del neoliderazgo:
- Justa causa. (propósito)
- Liderazgo con coraje. (fiel a la causa)
- Equipo vulnerable. (las personas se sienten seguras, sin temor a equivocarse y aceptar asumir los riesgos)
- Adversario de valía. (competimos contra nosotros, los adversarios nos alientan e impulsan a ser mejores, ser una mejor versión de nosotros mismos para lograr y mantener nuestra justa causa)
- Agilidad y flexibilidad. (Necesidad de estrategias y planes flexibles. Co colaborativas, con el Co compromiso de todo el equipo)
Podemos ganar cada batalla como los Estados Unidos en Vietnam y, así y todo, perder la guerra. La meta no es derrotar a la competencia sino, colaborar en que perdure. Simplemente no abandonar el juego antes que ellos.
Los líderes infinitos se comprometen con su justa causa. Como neolider infinito, debemos construir una cultura sólida, que cuando ya no estemos, nos trascienda.
Autor: Daniel Feige – Curador de Contenidos de PHR LATAM
Fuente: Simon Sinek – https://simonsinek.com/the-infinite-game?ref=home